Dicen de mi que soy alegre, risueña y desprendo mucha luz. Yo simplemente me considero una persona muy positiva, tranquila y a la que le encanta reír.
Creo que todos tenemos la posibilidad de cambiar las cosas que no nos gustan de la vida pero que para ello hace falta mucho valor. Me encantan las personas auténticas y que no temen a la vida. Estoy aquí para enseñarte a descubrir la enorme belleza de nuestro mundo.
Pero… ¿Quién soy yo para hablarte de naturaleza y viajes?
Me llamo Lara, soy licenciada en biología y especializada en biodiversidad y biología evolutiva. Mi mayor pasión son los animales. Amo a todos los seres vivos de este mundo. Creo firmemente que nuestro planeta es un ser vivo único al que no le estamos mostrando ningún afecto. Mi intención es enseñarle a las personas la enorme belleza que nos rodea, la importancia de respetar la naturaleza y demostrar que todos los lugares del mundo esconden algo especial.
Provengo de una familia muy viajera. De hecho mi primer viaje lo hice con tan solo 2 meses de edad. Obviamente no me acuerdo de nada pero me enorgullece que me hayan inculcado ese hábito desde tan peque.
Desde que comencé la carrera he tratado de compaginar los viajes con mi pasión. La primera vez que me puse una mochila a la espalda fue gracias a una beca. Yo tenía 18 años y estaba llena de inseguridades. Iba a viajar a Cabo Verde para colaborar en un proyecto de conservación de tortugas marinas. Las condiciones eran un poco extremas: no había luz, electricidad, teléfono, ni agua dulce. Básicamente consistía en un pequeño campamento de 20 personas en una playa desierta en la que trabajaría recopilando datos para la investigación. Una semana antes de viajar me arrepentí y estuve muy tentada de renunciar a la beca. ¿Cómo se me ocurría haber aceptado? ¿Qué narices pintaba yo en medio de una pequeña isla africana semidesértica? ¿Sería aquello seguro? ¿Y si me pasaba algo? ¿Y si al segundo día de estar allí quería volver? No hacía más que ponerme en lo peor. Mi cabeza era un mar de dudas y el miedo me estaba paralizando.
Ésto dicen de mí

Recuerdo que una tarde mi padre se sentó frente a mí y me dijo muy seriamente que me obligaba a hacer ese viaje, y dejó bien claro que no me iba a dar otra opción. Siempre he estado inmensamente agradecida por aquello. Ese viaje marcó un antes y un después en mi manera de ver el mundo. Fue una experiencia tan positiva que al año siguiente me postulé para otra beca, pero esta vez de coordinadora de equipo y también me la dieron.
Después de aquello, lo de viajar y descubrir animales, montañas, playas y bosques se convirtió en una adicción. Estuve dos años seguidos colaborando con un centro de rescate de fauna silvestre en Bolivia. Allí cuidaba de un grupo de monos arañas en proceso de rehabilitación. Esa fue la primera vez que visité la selva y desde entonces se ha convertido en mi ecosistema favorito. Esa experiencia me mostró la enorme crueldad con la que los seres humanos podemos tratar a los animales. Pero también me enseñó que hay muchísima gente en este mundo dispuesta a darle voz a todos los seres que sufren.
Al terminar la carrera me sumí en una relación de maltrato que me costó 3 años de mi vida. Durante ese tiempo abandoné por completo todas mis ambiciones, sueños y proyectos. Cuando logré salir de ahí me dediqué a recomponer mi vida y a curar las secuelas psicológicas que me había dejado ese oscuro periodo de mi vida.
Me gusta pensar que todo es una enseñanza y que las experiencias nos ayudan a crecer así que esto no iba a ser menos. Así que logré un trabajo con un salario de ensueño y me mudé a una casa junto al mar en Tenerife, mi preciosa isla natal. Pero a pesar de todas mis pertenencias materiales, por dentro seguía sintiéndome completamente vacía. Un año más tarde decidí que la mejor forma de superar la depresión sería recuperando mis antiguos sueños y pasiones por lo que lo dejé todo, cogí mi cámara, una mochila y puse rumbo a África sin billete de vuelta.
Gracias a esa decisión ahora soy una mujer nueva, me considero afortunada por todas las experiencias que he podido vivir a lo largo de los últimos dos años. Con solo 29 años he podido fotografiar Gorilas de montaña, visitar la selva de Borneo, nadar con tiburones martillo y bajar al cráter de un volcán activo entre muchas otras cosas. He conocido muchísimas personas maravillosas que me han demostrado que el mundo está plagado de gente buena. He vivido experiencias terroríficas y superado obstáculos que me han hecho crecer como persona a un ritmo acelerado. He descubierto mi lado más espiritual y me he demostrado a mí misma que la soledad es sólo un estado mental autoimpuesto.
Quiero que sepas que estoy aquí para escucharte, mostrarte y ayudarte en tu proceso de descubrimiento de nuestro planeta.
¿Te gustaría aprender a viajar salvajemente?
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TRABAJEMOSAlgunas cosas random sobre mi:
- Siempre he querido tener una granja. ¿Debería presentarme a “granjero busca esposa”?
- Soy profe de yoga y la creadora de la primera marca de material de yoga española
- No leo ni escucho las noticias porque siempre acabo llorando
- Odio las injusticias y odio ser capaz de odiar
- Me considero una persona con mucha suerte
- Creo que todas las personas tienen alma
- Tengo una librería llamada Unicornio. Leer es otra de mis pasiones
- Tengo una familia numerosa compuesta por una gata, un gato-perro y una perrita salchicha